viernes, 20 de julio de 2012

Subida a La Sagra (2381m) por el bosque vertical (vivac en la cima)

Una montaña con mayúsculas


Datos técnicos:
-Fecha: 20 y 21 de Julio.
-Longitud de la ruta: 14,6 kilómetros.
-Duración: 4 horas y media de subida y 2 horas de bajada.
-Desnivel: 1026 metros.
-Dificultad: Alta debido al calor, el desnivel, la duración y la inclinación de la subida. Además está la odisea de dormir en la cima.
-Población: La Puebla de Don Fadrique.
-Enlace de la ruta en wikiloc (hay que registrarse para descargar el archivo): La Sagra

Descripción:
Espectacular. Subir esta montaña es alcanzar otro nivel. La Sagra es el techo del sexto sistema montañoso más alto de España (sistema subbético).
Subirla en verano supone un desafío por el calor. Hay que subirla con calma, cualquier esfuerzo extra se paga. La parte más dura es la del bosque vertical (inclinación bastante fuerte). El último tramo (sin vegetación) también es duro por el cansancio que ya llevamos. Hay que hidratarse continuamente, sino el cansancio se acentúa.
La mejor época para subirla es en primavera.

De interés:
El bosque vertical de pinos laricios, el entorno de La Sagra, Las secuoyas de La Losa.

Mapa de la ruta en wikiloc:


Aunque está un poco lejos, La Sagra es una montaña bastante conocida en nuestra provincia.
La mayoría de la gente que va a este lugar suele dejar el coche en la explanada del Hotel “Los Collados de La Sagra”. De aquí salen muchas rutas que suben a la montaña.




Seguimos la carretera del hotel. Ésta nos lleva hasta la “Casa del Pastor”. Unos metros más adelante abandonamos la carretera para coger una senda al lado de la valla. Lo de la valla es normal aquí, tendremos que saltar un par que cortan la senda. Son vallan cinegéticas que se ponen para controlar a la fauna de la montaña y es muy fácil pasarlas por arriba. Hay varios cotos de caza, por lo que llevaremos cuidado en estas zonas. Los cazadores y la gente del lugar está acostumbrada a los senderistas y por suerte no suelen poner pegas a la hora de saltar estás vallas.

Como decía, cogeremos esta senda que nos llevará poco a poco introduciendo en el bosque de pinos carrascos. Hay varias sendas, por lo que vigilaremos bien cuál es la nuestra. Tendremos que superar la primera valla.





Una vez en el bosque, la senda se va inclinando hacia arriba. Ya empezamos a ver los primeros pinos laricios con su tronco blanco. Aquí hay otra valla que tendremos que saltar. Parece que nos pongan trabas para llegar a la cima.




Tras saltar, el camino baja un poco, incluso abandona el bosque. Llegamos a un prado con vacas pastando y donde hay una casa.


Ahora tenemos que volver a penetrar en el bosque que quedaba a la izquierda. La senda es difusa, por lo que es importante tener como referencia la casa. La senda sube perpendicular unos metros por delante de la casa, por decirlo así.


Los diferentes pinos y la inclinación hacen de esta subida un espectáculo. Tardaremos 1 hora y media en superar este exigente tramo”. Hay que llevar un paso que no nos canse, llegar finos al final del bosque es importante para superar el tramo pedregoso que lleva a la cima.










Tras una agotadora subida, llegamos, al tramo despejado. Descansamos unos minutos y reponemos fuerzas para la última parte de la subida.
La vista engaña. Aunque parezca que ya estamos cerca del vértice geodésico, todavía nos queda 1 hora hasta la cima.


¡¡¡Cima!!!
El atardecer sobre la cima hace mágica nuestra llegada.
Incluso vemos varios corzos que rápidamente descienden para refugiarse del viento.
Sólo tenemos unos minutos para adecuar el ventisquero (refugio de piedras creado para resguardarse del viento que suele azotar esta cima) antes de que la noche se nos eche encima. Ponemos una lona a modo de techo y nos metemos dentro. 









Aunque estamos en verano, la sensación térmica en la cima es baja (unos 6ºC) si le añadimos el viento fuerte que ha soplado durante toda la noche.
Os recomiendo una página web donde se puede ver la climatología de las principales cimas de España (La Sagra incluida): Meteoexploration.
Por la mañana, a pesar de que el viento sigue soplando con fuerza, nos decidimos a salir del refugio vivac y a reemprender la marcha.
Hay una senda bien delimitada que sigue adelante, hacia el Collado de Las Víboras. Este collado es bastante pedregoso y serpenteante, de ahí su nombre.
Esta senda tiene vistas a varias pedreras, donde extremaremos la atención para no resbalar. Las evitamos y seguimos la senda rodeando la arista. 




Este tramo finaliza en un pequeño llano con pinos laricios algo más abajo.






Una vez en el llano, debemos girar a la izquierda (veníamos con rumbo aproximado Este y debemos girar a Noreste).
Empezaremos a descender poco a poco por una senda que se va adentrando en el bosque. La senda gira ahora a dirección Norte.
Casi al final del bosque, cogemos una pista forestal que nos lleva a los prados de la Casa del Pastor.
Tenemos que saltar la valla (la última, lo prometo) para coger la carretera que lleva al hotel de los Collados de La Sagra.




Aunque estamos cansados, aún tenemos ganas de ir a ver las secuoyas del Paraje de La Losa (eso sí, en coche). Siguiendo la carretera del hotel, llegamos en pocos minutos.


Las secuoyas están en dos zonas. En la primera sólo hay una y en la segunda zona (un poco más adelante) hay un grupo que se conocen con el nombre de “Mariantonias”.
Las secuoyas están valladas para protegerlas. Además, hay cerca un toro que las custodia.

Esta es la primera secuoya (y el toro):




Este es el segundo grupo, las “Mariantonias”:








Aquí termina nuestro viaje a La Sagra.
¡Sin duda volveremos!













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